La tecnología de pruebas no destructivas juega un papel importante en la inspección de calidad de la pieza de trabajo debido a sus características no destructivas, eficientes y rápidas. Puede detectar rápidamente defectos en la superficie de las piezas de trabajo sin dañarlas. Sin embargo, las pruebas no destructivas no pueden detectar defectos ocultos dentro de la pieza de trabajo, como poros y agujeros de contracción.
Para compensar esta deficiencia, surgieron las "pruebas metalográficas" como método de prueba destructivo. Este método puede detectar con precisión defectos a nivel de micras dentro de la pieza fundida cortando secciones específicas de la pieza fundida para un análisis preciso. Aunque las pruebas metalográficas tienen una precisión impecable, su costo es relativamente alto y el proceso de prueba requiere mucho tiempo. Más importante aún, la pieza de trabajo que se está probando no se puede restaurar después de la prueba y solo se puede usar una vez, lo que sin duda aumenta los costos de producción y el consumo de recursos.
Entonces, ¿existe un método de prueba rápido, preciso y de costo relativamente bajo? La respuesta es: pruebas no destructivas con rayos X.